Vivimos en una era de cambio acelerado. Todos los días encontramos formas de encarar nuestra realidad a través de nuevos conocimientos, innovaciones tecnológicas a cada segundo, novedosas formas de ser seres humanos, familia, comunidad y por supuesto, sociedad en una escala global. Sin embargo, estos cambios no sólo ocurren a expensas de lo que nosotros, como género humano, hemos sido capaces de hacer o crear, doblegando a nuestra voluntad el entorno circundante. De cuando en cuando, más veces de las que nos gustaría reconocer, este entorno es el que nos enfrenta a eventos, muchas veces catastróficos, y nos hace pisar el acelerador cuántico que nos obliga a adaptarnos de una manera vertiginosa, a convertir la innovación en una necesidad y no una consecuencia, a plantearnos ser más y mejores, a ser más efectivos, a crecer más rápido.  

 

En los últimos dos años vimos cómo el conocimiento ha debido surgir y utilizarse a la par de las tecnologías para resolvernos en retos cada vez más complejos y que, como en esta ocasión, pueden llegar a amenazar incluso nuestra propia existencia. Como consecuencia lógica de lo anterior, la tarea de educar y formar seres humanos se vio en la necesidad  de acondicionar,  enriquecer, e incluso redefinir el concepto de aprender. En una era de autogestión del conocimiento, de interconexión y globalización, de tutoriales para todo y para todos, de una red mundial que pone la sabiduría de tres mil generaciones en la palma de tu mano, de un forzoso home office y homeschooling que ya se perfilaban en el horizonte, nos hemos preguntado ¿dónde estamos aprendiendo?       

 

En la Universidad Privada, atentos siempre al cambio y a esta necesidad de formar y preparar seres humanos para enfrentar una realidad, que ya no se mide en años y meses, sino en días, horas y minutos, creemos que el aprendizaje hace mucho ha excedido las fronteras físicas e incluso virtuales del aula. Creemos que el conocimiento debe derivarse de la experiencia directa, real, y del intercambio no sólo teórico y práctico de los saberes sino también de su reflexión activa y consciente. Creemos que el involucramiento y en particular la acción, son los caminos para abordar la realidad y que el entorno circundante es un gran laboratorio de conocimientos que siempre valdrá la pena explorar. Pensando en ello, hace tres años creamos un espacio fuera de espacios para que nuestros alumnos, docentes y toda nuestra comunidad pudieran experimentar ese necesario intercambio de talentos, experiencias e innovación, generando con ello verdaderos aprendizajes.     

 

Luego de cuatro años ininterrumpidos y una pandemia de por medio, nos complace dar la bienvenida a la cuarta edición de lo que se ha convertido en nuestro evento insignia. El espacio sin fronteras en el que la única limitante será tu capacidad de desafiarte a tí mismo en la adquisición de nuevas habilidades, un lugar para plantearte el desarrollo de tus propias competencias y a retar las de tus compañeros, consolidando aquellos conocimientos para crear los aprendizajes que te volverán verdadero ciudadano de un mundo que te exige crecer cada vez más rápido. 

 

Como cada año, toda la comunidad UP se ha esforzado para darte una jornada donde podrás demostrar tu conocimiento, reforzar tu capacidad de identificar problemáticas trabajando en equipo para compartir tu talento con personalidades que, como la tuya, están deseosas de la búsqueda de soluciones para los nuevos retos de una sociedad cambiante. Esperamos que la disfrutes y obtengas de ella el máximo provecho. 

 

Súmate, participa, inscríbete, pero sobre todo prepárate, ¡porque llegó la hora de Grow UP!