Image blog upp  16
ESTRÉS ¿AMIGO O ENEMIGO?
Image blog upp

La vida durante los años de universidad puede resultar apasionante, y al mismo tiempo sumamente estresante. 

Probablemente con tan sólo escuchar la palabra “estrés” hayas sentido un pequeño peso en tus hombros recordando los momentos más difíciles y estresantes de tu vida estudiantil, o inclusive te enoje que no te comprendan que estudiar puede ser estresante. La realidad es que cada persona tiene su propia concepción del estrés, mientras que para algunos es estresante exponer en clase, para otros puede ser lo más fácil del mundo. 

Tus ideas, pensamientos y sentimientos no son iguales a tus compañeros y si bien, no puedes cambiar su forma de pensar, sí puedes cambiar la tuya. 

El estrés no es malo por sí sólo, es indispensable para nuestra vida, pues es una respuesta biológica que tiene nuestro cuerpo para avisarnos del peligro, por lo que nunca desaparecerá y estará siempre presente en tu vida, la diferencia radica en huir o enfrentarlo. 

Si te preguntas cómo puedes sentir menos estrés, una clave es identificar qué situaciones te generan más tensión, por ejemplo, puedes hacer una lista con diferentes situaciones: un examen, exposición en clase, tratar con el maestro, falta de tiempo para hacer trabajos, mantener la beca, competir con compañeros, etc. 

Posteriormente, analiza qué te hacen sentir cada una de esas situaciones: dolor de cabeza, cambios en el ritmo respiratorio, sudoración, dificultad de memoria, pensamientos negativos, etc. 

Una vez que hayas identificado las situaciones que te generan más estrés y los signos que te indican que tu tensión está elevándose, es hora de analizar tu forma de actuar ante estas circunstancias. 

Puedes empezar usando una tabla con un listado de las cosas que haces y te dices a ti mismo para afrontar el estrés. Luego piensa, ¿me sirve realmente? Ojo, no confundas la tensión con huir de la situación, si te estresa ponerte a estudiar y en lugar de tomar tus apuntes ves videos en YouTube, y después te sientes peor, esa actividad no te ayuda; las mejores acciones son aquellas que hacen te sientas más tranquilo y con más energía para afrontar lo que tengas que hacer. 

Mira el ejemplo:
  • Situación: Mañana tengo un examen      
  • Qué hago: Ver tele      
  • Qué digo: Tengo tiempo, después estudiaré mejor      
  • Consecuencia: Me da más pereza, no estudio y me angustio más  ¿Me sirve?:  No  

  • Situación: Tengo que hacer una investigación para mañana      
  • Qué hago: Dormir      
  • Qué digo: Dormiré sólo 20 min para recargar energías      
  • Consecuencia: Respeto los 20 min de sueño y al despertar hago mi investigación con  más ánimos más  
  • ¿Me sirve?:  Si 
  
Observa cómo te afecta el estrés y pon a prueba estas recomendaciones, mientras más comprendas tus necesidades y cambies tus acciones por unas más sanas, tu rendimiento académico mejorará significativamente. 

Si sientes que alguna situación te es complicada comprender o controlar, recurre con un experto para recibir orientación. 

Te puede interesar
Small blog upp  1
TU CARRERA TE DA LA BIENVENIDA
25 de febrero de 2020
Small blog upp  5
EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN TIEMPOS DEL COVID-19
18 de junio de 2020